samedi, octobre 27, 2007

Tu y yo

Dime que regresaras, dime que no moriras en Canada, dime que esto no pude ser peor.

Regresa.

No mueras en Canada.

Yo beto II



“¡Hay joven! Usted solo tuvo dos caminos de entre los cuales escoger.
Yo en cambio tenia cien y lo que hice fue echarme de panza y caer en alguno”
Maria Isabel Tornel Vega (Asistente del Tío-Jefe)
31:1/7


¿Donde estabas? ¿Donde estabas en los malos tiempos? Reza una vieja canción de La Unión… como haría un perro fiel… olvidas con facilidad… es fácil deconstruir una canción de acuerdo a la memoria pagana de las cinco de la mañana en un Pinche Aeropuerto Internacional de Mierda.

Hace unos años era para mis tíos un borracho tranquilo, era preferible decir eso a decir que era un “cascanueces” … [esa palabra me gusta y la acabo de adoptar, supongo que alguien mas ya la ha ocupado para designar a los homosexuales, y como la poesía gay, ya se ha usado antes el argumento de la homosexualidad para quejarse de que sus tíos son unos pinches negreros de mierda, o simplemente uno es mucho muy demasiado pendejo y ellos tienen razón, solo tuve dos caminos, solo quise ver dos caminos, entregue mi vida, y así estuve satisfecho… hasta que deje de estarlo].

El día martes 16 de octubre del año 2007 de algún señor, Jorge Luís Espinosa Boulogne me ha dicho que las puertas están muy abiertas, que si no me gusta puedo marcharme, así de fácil, lo han dicho varias veces, y he advertido que me iré, y no me he ido… pendejo yo.

Yorch (bonito mote que le decimos al Tío-Jefe), tiene razón, Rodepe tiene razón, el mundo tiene razón, padre y madre también, hasta el flaco tiene razón, mi querido Yit, tienes razón, demasiadas fechas, demasiada mierda, demasiado de todo, a excepción de lo que no tengo demasiado.

Antes era un borracho tranquilo, hoy-ayer fui wey, quejumbroso, cabron, las puertas están muy abiertas y simplemente no me he ido.

¿Claudicar? ¿Y mi corona? ¿Y mi reino? ¿Y el príncipe? ¿Y la jodida happy sad song? ¿Y que es lo que yo chingaos hago-haré-hice? No me he ido por que no tengo lugar al cual encaminarme, por que no termine una carrera, por que me niego a comenzar de nuevo y esperar quince años a estar en el mismo punto, de la misma jodida mierda, adorado Fernando tienes razón, “En todas partes es la misma mierda, pero diferente”, Todo mundo tiene razón.

¿Claudicar? ¿Y mi corona? ¿Y mi reino? ¿Y el príncipe? ¡Con una chingada! ¿Y mi rejodida happy sad song?

¿Dimitir? Seguro… ¿Dónde firmo? ¿Podrías incluir una cláusula en mi renuncia donde especifica que no habrá reclamos futuros? Por unos cuantos años que tampoco haya festividades varias, no tengo antojo de celebrar Navidad… jo jo jo.

Claudico. Pero aún así sigo aquí. [Buuuuuuuuuuuuuuuu]


Yo Beto.

Yo beto I



“Jamás tuve memoria, por eso me case tres veces con el mismo marido, entre sueño y sueño desperté horrorizado, y de marido cambiaba el rostro, y de rostro cambiaba la ciudad, condenado a repetir errores distintos basados en el mismo principio..”
Botarga 3:16

1º (Y según tu, ahora si)

Todos tenemos deseos de viejo, aquellos deseos que en algún momento, cuando éramos más jóvenes, nos robaron un segundo de la existencia. Esos deseos que perduran, con frecuencia, una vida humana, a veces generaciones enteras, pareciera que aparecen de común en la rutina cotidiana, y así se suceden los días.

¿Que pasa cuando uno de esos deseos del pasado toca a la puerta de manera fortuita años después?

Te remontas al pasado, recordando vividamente los detalles que encandilaron tu visión con detalles fatuos, de un futuro cimentado en el pretérito no ocurrido. Regresas al presente, observas el ecumene de tu existencia, pronuncias un si o un no. De vuelta a la almohada, de pie en la ventana prendes un cigarrillo, tomas el teléfono, lo dejas, inicias la computadora y buscas algunas de esas canciones ya antiguas, de hace tres o cuatro años, recuerdas un poco mas. El cansancio se esfuma, el agotamiento se presenta de manera sorpresiva, y retrocediendo al cuarto de baño a encarar al rostro siempre cambiante del desamparo, los estragos del paso de los años, lleno de preguntas te lavas la cara, aplicas una crema y te dispones a decir:

Est must sein ¿Est must sein? Est must sein!!!

¿Hechar o echarse? ¿Tu a mi? o ¿Yo a ti? ¿Nos echamos?

¿Como decirte que no? Pero… mencionaste: “enamórame primero”, no es que no pretenda enamorar a nadie, de hecho lo disfruto, pero… no gozo verdaderamente enamorando a nadie, disfruto más enamorándome yo, como con el orgasmo, un buen amante hará todo lo posible para que su acompañante de cama llegue al éxtasis, pero siempre procurara el suyo propio, en este ámbito, como en los negocios no hay acciones enteramente altruistas, y yo no pretendo dejar divisas en un territorio emancipado a huevo, a la usanza de Brasil, por las buenas o por las malas, solo soy un turista, un viajero, un embajador, pero no del miedo, ni tampoco de buena voluntad, soy demasiado gringo… y demasiado francés como para llegar e irme con el botín, sin antes dejar arquitectura, lengua, gastronomía, música, pero no hijos. Con el tuyo basta.

2º (Un año más sin ti)

Soy la tempestad y el cielo claro de una tarde de estío.

Soy un pobre pendejo que escribe trescientas líneas cuando solo se han pronunciado tres. Un trovador de sillón que le canta al monitor. Un poeta de cartera, derrochando el crédito, la vida, la suerte… encontrándose solo la final del tranvía, el traje arrugado sin esperanza.

Yo Beto.

lundi, octobre 01, 2007

Extrangero en el utero

Cuando alguien te insulta, debes poner la otra mejilla dicen los cristianos.

Cuando alguien te insulta, no debes hacer caso a la ofensa dicen los budistas.

Cuando alguien te insulta, te agrede y te maldice ... y ese alguien es alguien que se supone que te amara incondicionalmente ... no hay precepto religioso o moral que te consuele ... pero sabes ...

La prueba mas dificil la pase hace años ... te amo ... jamas cambiara eso ... pero definitivamente ... hay palabras que podrian considerarse imperdonables ...


Y cuando mas solo te sientes ... descubres que la soledad siempre no es tan mala compañia ...


beto.